Este resumen se basa en una "Inmersión Profunda" en el Índice de Consejos de Administración de Spencer Stuart México 2024, explorando la composición, tendencias y desafíos de la gobernanza corporativa en las empresas mexicanas más influyentes.
Tendencias y Composición de los Consejos Mexicanos
El índice revela varias características clave de los consejos de administración en México:
Reducción del Tamaño: El tamaño promedio de los consejos se ha reducido a 11 miembros (frente a 11.6 en 2018), buscando mayor agilidad, aunque con el riesgo de perder diversidad de perspectivas. Los sectores de bienes y servicios de consumo, y tecnología, medios y comunicaciones, tienden a tener consejos más grandes (13 miembros).
Permanencia Elevada: La permanencia promedio de los miembros del consejo es de 12 años, significativamente más alta que el promedio internacional de 5.45 años. Esto plantea preguntas sobre la entrada de nuevas perspectivas e innovación.
Miembros "Súper Conectados": El 15% de los consejeros forman parte de más de un consejo, lo que sugiere que poseen habilidades altamente valoradas (financieras, legales, estratégicas).
Formación y Experiencia: Más miembros tienen maestrías que licenciaturas, lo que indica un énfasis en la especialización. Principalmente provienen de administración de empresas, finanzas, banca y servicios financieros. El 69% son líderes o vicepresidentes de nivel C actuales o anteriores, aportando experiencia práctica.
Independencia y Diversidad: Un Camino por Recorrer
Aunque hay avances, México aún enfrenta desafíos significativos en independencia y diversidad:
Independencia: El 50% de los miembros del consejo son independientes, superando el mínimo del 25% requerido por ley, pero aún por debajo del promedio internacional del 62%. Un miembro es independiente si no es accionista con influencia significativa, consultor, cliente, proveedor, ni vinculado al equipo directivo.
Diversidad de Género: La proporción de mujeres en los consejos aumentó del 6% (2018) al 13% (2023), pero sigue muy por detrás de países como EE. UU. y Francia. Además, la permanencia promedio de las mujeres es menor que la de los hombres, sugiriendo posibles barreras para el avance.
Falta de Otros Datos de Diversidad: El índice carece de datos sobre otros grupos subrepresentados, lo que dificulta una evaluación completa del compromiso con la inclusión.
Edad Promedio Elevada: La edad promedio de un consejero en México es de 63 años (vs. 59 años internacionalmente), lo que sugiere una priorización de la experiencia sobre la diversidad generacional y nuevas perspectivas.
Concentración Regional: El 93% de los miembros del consejo son de América, lo que podría limitar la visión global de los consejos.
Organización y Procesos del Consejo
Frecuencia de Reuniones: Aunque la ley exige al menos 4 reuniones al año, la mayoría de los consejos mexicanos se reúnen un promedio de 4.2 veces al año, significativamente menos que en otros países. Esto podría deberse a diferentes estructuras de gobierno o normas culturales.
Comités del Consejo: Los comités de auditoría, gobierno corporativo y compensación son cruciales para la supervisión y especialización.
Rol del Secretario del Consejo: El papel del secretario del consejo está ganando relevancia, lo que indica un mayor énfasis en el cumplimiento, la administración y el apoyo a los consejeros.
Compensación en Centenarios: Algunas empresas compensan a los miembros del consejo con centenarios (monedas de oro mexicanas), una práctica curiosa que podría buscar preservar la riqueza o un guiño a tradiciones culturales. Esto plantea preguntas sobre la transparencia y equidad de la compensación.
Desafíos Específicos y el Futuro de la Gobernanza en México
La gobernanza corporativa en México enfrenta obstáculos particulares:
Concentración del Poder: Un pequeño grupo de familias controla gran parte de la economía, lo que limita la competencia y la entrada de nuevos talentos, reflejándose en consejos donde las conexiones personales a menudo prevalecen sobre el mérito.
Corrupción: La corrupción afecta la reputación, desalienta la inversión y genera incertidumbre. Aunque hay esfuerzos gubernamentales y empresariales para combatirla, aún se necesita un cambio cultural profundo hacia la integridad y la transparencia.
Se observa un punto de inflexión en la gobernanza corporativa mexicana, impulsado por:
Presión de los inversores: Los fondos de inversión están incorporando criterios de gobernanza en sus decisiones, utilizando su derecho a voto y apoyando a organizaciones de la sociedad civil que monitorean el desempeño empresarial.
Mayor conciencia: Creciente entendimiento sobre la importancia de la diversidad y la sostenibilidad.
Evolución regulatoria: Un marco legal sólido es fundamental para la transparencia y rendición de cuentas.
Se esperan cambios concretos en los próximos años:
Mayor Profesionalización: Búsqueda de miembros con habilidades y experiencias específicas, más allá de las conexiones personales.
Aumento de la Diversidad: No solo en género, sino también en edad, origen étnico y experiencia profesional.
Rol de la Tecnología: Plataformas digitales y herramientas de análisis de datos facilitarán la comunicación, agilizarán la toma de decisiones y mejorarán la transparencia.
Énfasis en la Ética: La ética será un pilar fundamental, con códigos de conducta claros y mecanismos de control interno, fomentando una cultura de integridad desde la alta dirección.
Mejores Prácticas y el Rol del Ciudadano
Para fortalecer la gobernanza y construir un futuro sostenible, se recomienda a las empresas mexicanas:
Priorizar la Diversidad como Necesidad Estratégica: Un consejo diverso está mejor preparado para tomar decisiones informadas.
Invertir en Formación Continua: Es crucial que los consejeros se mantengan actualizados sobre las mejores prácticas y nuevas tendencias.
Garantizar la Independencia del Consejo: Los consejeros deben tener libertad para expresar sus opiniones y desafiar a la alta dirección.
Finalmente, se enfatiza el papel de los ciudadanos para contribuir a un sistema empresarial más transparente y responsable: informarse sobre las prácticas de las empresas, apoyar a las que demuestran compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social, y participar en organizaciones de la sociedad civil.
La buena gobernanza corporativa es responsabilidad de todos, buscando un sistema económico más justo, transparente y sostenible para México.
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